Las ultrafalsificaciones o deepfakes son contenidos mediáticos manipulados mediante la inteligencia artificial. En la actualidad inundan internet, alterando la realidad. Cambian la percepción de determinados acontecimientos o declaraciones y su capacidad de manipular artificialmente ideas y opiniones genera tensiones. Además, esta técnica se ha utilizado para cometer delitos. Las ultrafalsificaciones plantean grandes retos para los sistemas jurídicos a escala local, nacional y supranacional, pues internet no conoce fronteras. Por ello, la Unión Europea también debe tomar cartas en el asunto.